El
Kaizen le da al tiempo el valor que tiene dado que lo considera un recurso
estratégico. El tiempo es uno de los recursos más escasos dentro de cualquier
organización y, a pesar de ello, uno de los que se desperdician con más
frecuencia. Solamente ejerciendo control sobre este recurso valioso se pueden
poner en marcha las otras tareas administrativas y prestarles el grado de
atención que merecen. El tiempo es el único activo irrecuperable que es común a
todas las empresas independientemente de su tamaño. Es el recurso más crítico y
valioso de cualquier empresa. Cuando se utiliza, se gasta, y nunca más volverá
a estar disponible. Muchos otros activos son recuperables y pueden utilizarse
en algún propósito alternativo si su primer uso no resulta satisfactorio; pero
con el tiempo no se puede hacer lo mismo. A pesar de que este recurso es
extremadamente crítico y valioso, es uno de los activos que en la mayoría de
las empresas se maneja con menor cuidado y ello puede ser así porque el tiempo
no aparece en el balance o en los estados de resultados, dado que no es
tangible y porque parece ser gratis. Pero el tiempo es un activo administrable
y de esto toma nota el Kaizen.
La
utilización ineficiente del tiempo da como resultado el estancamiento. Los
materiales, los productos, la información y los documentos permanecen en un
lugar sin agregar valor alguno. En el área de producción, el desperdicio
temporal toma la forma de inventario. En el trabajo de oficina, esto sucede
cuando un documento o segmento de información permanece en un escritorio o
dentro de un computador esperando una decisión o una firma. Todo estancamiento
produce despilfarro. Los desperdicios (muda) conducen invariablemente a la
pérdida de tiempo, por eso el lugar de trabajo (gemba) debe estar siempre
ordenado.
El
tiempo es un activo que con frecuencia se desprecia. Si se dilapida pone en
peligro el mejor de los planes; si se utiliza cuidadosamente hace que la
administración sea más efectiva y menos inquietante. El tiempo es
irrecuperable. Al menos en teoría, siempre es posible obtener más dinero o
contratar otra persona, pero el tiempo debe utilizarse con prudencia. Una vez
que el tiempo se ha gastado, nadie tiene una segunda oportunidad para usarlo.
Este
muda es mucho más frecuente en el sector servicios. Mediante la eliminación de
los ya mencionados cuellos de botella de tiempo que no agregan valor, el sector
servicios debe tener la capacidad de lograr incrementos sustanciales, tanto en
eficiencia como en satisfacción del cliente. Por cuanto no tiene costo alguno,
la eliminación del muda es una de las formas más fáciles que tiene la empresa
para mejorar sus operaciones. Todo lo que tenemos que hacer es ir a los lugares
de trabajo (gemba), observar lo que está sucediendo allí, reconocer el muda y
emprender los pasos necesarios para su eliminación. El tiempo también puede ser
administrado para darle un uso óptimo, en la misma forma que se maneja cualquiera
de los activos tangibles de la organización.