lunes, 9 de diciembre de 2013

MUESTREO DEL TRABAJO

2.6  MUESTREO DEL TRABAJO

La medición del trabajo es la aplicación de técnicas para determinar el tiempo que invierte un trabajador calificado en llevar a cabo una tarea definida efectuándola según una norma de ejecución preestablecida.

El muestreo del trabajo es una técnica para determinar, mediante muestreo estadístico y observaciones aleatorias, el porcentaje de aparición  de determinada actividad; también es conocido como:
·         Muestreo de actividades
·         Método de observaciones instantáneas
·         Método de observaciones aleatorias
·         Control estadístico de actividades

Si fuera posible observar de una ojeada que hace cada máquina de una fábrica en determinado momento, quizá se descubriera que, por ejemplo, 80% de las máquinas están funcionando y 20% están paradas. Si se hiciera lo mismo 20 veces más a distintas horas del día, y si cada vez la proporción de máquinas que estuviera funcionando fuera de 80%, podría decirse con cierta seguridad que en todo momento hay 80% de las maquinas en funcionamiento.

Como generalmente tampoco es posible aplicar esta técnica, hay que optar por la que le sigue en orden de  preferencia: se hace una serie de recorridos del taller a intervalos aleatorios observando las maquinas que funcionan, las que están paradas y la causa de cada inmovilización. He aquí la base de la técnica de muestreo del trabajo. Si el tamaño de la muestra es suficientemente grande y las observaciones se efectúan realmente al azar, existe una buena probabilidad de que dichas observaciones reflejen la situación real, con un margen determinado de error por exceso o por defecto.

A diferencia del costoso y poco práctico método de observación continua, el muestreo del trabajo se basa principalmente en la Ley de probabilidades. La probabilidad se ha definido como “el grado de posibilidad de que se produzca un acontecimiento”.

El ejemplo más sencillo, y frecuentemente mencionado para ilustrar esta idea, es el juego de cara y cruz con una moneda. Cuando lanzamos una moneda al aire pueden suceder dos cosas: que salga “cara” o que salga “cruz”. La ley de probabilidades dice que cada 100 veces que la lancemos, es probable que 50 veces salga cara y 50 cruz. Obsérvese la expresión  “es probable que”; en realidad puede suceder que el resultado sea, por ejemplo, 55-45, 48-52 o cualquier otra proporción. Sin embargo, está demostrado que al aumentar el número de lanzamientos aumenta la exactitud de la ley de probabilidades. En otras palabras, cuanto mayor sea  el número de lanzamientos de la moneda, tanto mayores serán las posibilidades de llegar a una proporción de 50 caras y 50 cruces. De ello se desprende que cuanto mayor sea la muestra, más exactamente representará la “población” o “universo” inicial, es decir, el grupo de factores que se están estudiando.

Ahora podemos imaginar una escala en la cual uno de los extremos corresponda a la precisión absoluta lograda por observación continua y el otro a resultados muy inciertos obtenidos mediante unas pocas observaciones aisladas. El tamaño de la muestra tiene, pues, su importancia, y podemos indicar si creemos o no en la representatividad de la muestra utilizando cierto nivel de confianza.


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